Destilado en la destilería Eigashima (White Oak) y madurado en barricas de bourbon, con un acabado en barrica de jerez. Un whisky accesible, con notas de frutas de hueso y especias picantes.
El whisky japonés, desde hace años ha empezado a crecer en su producción y su reputación. Lo que al principio se pensaba que era una imitación al whisky escocés, es hoy en día una tipología de whisky con estilo propio y que tiene mucho futuro en esta industria.
Las destilerías japonesas se sitúan en una mayor altitud, un hecho que afecta positivamente en su proceso de destilación ya que permite fermentar la cebada a una temperatura menor y como consecuencia obtener una mayor extracción de aromas. Se diferencian también en el uso de agua virgen o con un porcentaje de pureza mucho más elevado que en otras destilerías europeas o americanas.